ESCOLIOSIS y EMOCIONES

ESCOLIOSIS y EMOCIONES

Muchas personas tienen escoliosis, quizás seas uno de ellos o conozcas a alguien , la escoliosis se manifiesta en la columna vertebral pero afecta a todas las estructuras del cuerpo. Te voy a contar sobre la escoliosis sobre la experiencia de tenerla y como tratarla como profesional. En esta primera parte te hablare de lo personal , cómo me he sentido, cuál ha sido mi camino y como me siento ahora con mas de 50 años. En la segunda parte te hablaré de cómo la abordo con los pacientes , el trabajo con el método Rolfing®, la conciencia y el movimiento somático.
¿ Qué es la Escoliosis?

La escoliosis consiste en la desviación lateral o desviación hacia la izquierda o la derecha de la columna vertebral. La desviación se mide en grados.
La columna vertebral es recta vista desde delante o detrás. Cuando se observa de perfil, la columna normal tiene cuatro curvas, dos con convexidad posterior, denominada cifosis normal y dos con convexidad anterior, denominada lordosis.

Primera parte

Sobre lo personal

Mi escoliosis ha moldeado mi personalidad, mis limitaciones y mis potenciales están ahí en mi cuerpo, años me costó entender pero llegué a un lugar de paz y tranquilidad interior , dejé de buscar , las respuestas estaban dentro de mi.

Durante la infancia, tuve mucho dolor de espalada. No pude escapar de los profundos desequilibrios miofasciales y propioceptivos. ¡No hay adónde ir! Cuanto más intentaba huir mas rígida me volvía, cuanto mas recta intentaba ponerme mas rígida me volvía, porque seguía moviéndome y comportándome de la misma manera. En una sociedad que siempre mira fuera de sí misma, hacerse amigo de la escoliosis exige sentir lo que está sucediendo en tu interior. Reconozco que mi espalda ha sido mi mejor maestra , mi espina empezó siendo un problema, creía que era algo ajeno a mí hasta que un día empecé a hacer las paces con ella , solo entonces empecé a entender.

Estas son mis radiografías tomadas en el año 1982

Descubrimiento

Mis padres me llevaron al médico cuando tenía once años porque me quejaba de dolor de cuello y espalda. Recuerdo que tuve dificultades para dormir en el suelo en el campamento de verano. Era alta y me sentía avergonzada porque mi postura no era muy buena, no te sientes mal por la postura en sí , sino verdaderamente por lo que implica. El médico me dijo que nadara. Supongo que nadar me ayudó porque las curvaturas no empeoraron, pero siempre me sentí limitada. No me permití hacer lo que mas me gustaba expresión , no sabia bailar , no coordinaba bien, no quería mostrar.
A mi padre le operaron de la columna, pero nunca le oí quejarse de dolor de espalda; era muy atlético. Luego el médico me recomendó una serie de ejercicios diarios, que nunca hice, eran repeticiones aburridas , he de confesar que hoy en día sigo enseñando muchos de esos ejercicios pero con una importante diferencia : EN MIS GRUPOS experimentan cómo la tensión corporal afecta sus patrones y cómo la liberación de la tensión puede crear oportunidades para el cambio. Aquí me identifico con la forma en que mis clientes jóvenes se sienten cuando vienen a la consulta, uno no se pone recto porque no quiere sino porque no puede, así que no le digas a tu hijo ponte recto, sino enséñale a que tenga un mayor soporte. De esto hablaremos mas tarde.

Mi escoliosis

Tengo una doble curvatura. La curva torácica convexa derecha es de unos 28 grados y la curva lumbar convexa izquierda es de unos 22 grados . Debido a la torsión en mi pelvis, mi pierna derecha siempre se ha sentido más larga. Siempre he tenido problemas con mi articulación sacroilíaca izquierda, pero mi cadera derecha también puede ser un problema, el psoas se compensa. No hay nada dañado , pero a veces estas zonas gritan pidiendo auxilio, ahora que las entiendo me manejo bien y entiendo mas tu dolor y como ayudarte y que tu te ayudes.
Siempre sentí que mi principal limitación comenzaba en mi cuello. Una vez surgió un recuerdo; y me vi claramente de niña recibiendo un golpe con una pelota de fútbol y lanzada por los aires. Le pregunté a mi madre. Al principio pensó que le había pasado a mi hermana, pero luego recordó que me pasó a mí. Lleva años apreciar cómo nuestros cuerpos compensan después de algunos traumas. Estoy segura que ese golpe y la limitación en el cuello afecto a mi columna de un amanera global.

Estudié Fisioterapia

No creo que la mayoría de la gente aprecie lo mucho que estas compensaciones no conscientes merman nuestros recursos. Las estructuras cuando están alineadas entre los principales centros de gravedad (cabeza, torso, abdomen, rodillas y pies) están mejor posicionadas para un uso eficiente del cuerpo, lo que puede traducirse en sentimientos subjetivos de fuerza interna, conexión y facilidad emocional.
Las posturas que se apartan de la alineación segmentaria gastan energía extra sólo para mantenerse erguidos. A menos que les enseñemos cómo usar la percepción para experimentar el equilibrio interno, los clientes con una escoliosis significativa a menudo se sienten cansados y pueden castigarse por ser perezosos. Por lo general, no aprecias que tu cuerpo este trabajando horas extras. Parece que aprendemos a ignorar y esto se vuelve contra ti con falta de expresión, tensión, incluso en mi caso con rabia interna, no quería sentirme como un soldado. Pronto me di cuenta que lo que había aprendido en la carrera de Fisioterapia sobre la escoliosis era con una idea mental de cómo las cosas tenían que estar colocadas pero dentro de ti no puedes , no sabes . ¿Si yo no podía ayudarme , sería capaz de ayudar a los demás ?.

El Método ROLFING®

Nunca me sentí simétrica. Aprender a encontrar apoyo al estar de pie fue un descubrimiento importante en mi trabajo con el método Rolfing®. Fue una revelación sentir la expansión interior , tener un lugar para descansar. Conectarme con mi fuerza interior te hace sentir poderosa y afecta en la manera en que trabajas con los demás y como me percibo a mi misma.
Las sesiones de Rolfing® me dieron la oportunidad de trabajar con mis recursos y no contra ellos. Tenía cambios inmediatos y luego parecía que volvía mi patrón. Lleva tiempo, es un proceso. Nada parece estar sucediendo y entonces de repente hay un momento en el que la inteligencia de tu cuerpo claramente establece una conexión , aparecen mas recursos , quizás ya los tenias, de repente tu sistema nervioso no tiene que preocuparse de enderezarse, de expandirse, de buscar sostén, he llegado a casa me dije , ya estaba en ella pero no la reconocía. El método Rolfing ® fue un cambio fundamental en mi vida no solo por la escoliosis , que si hablo de ella como algo que puedes quitarte y ponerte es un verdadero error sino porque sentí que estaba conectando con la persona que yo quería ser.

Me siento afortunada de no haberte tenido que usar un Corsé de Milwaukee porque cuando era adolescente, ya estaba luchando con mi imagen corporal. Me sentía como el jorobado de Notre Dame. Quería esconder mi cuerpo, lo que limitaba cualquier sentido natural de espontaneidad o de gracia. Debajo de todo esto, mi intuición todavía estaba allí; y creo que la seguí lo mejor que pude. Ni siquiera consideré recibir o aprender tratamientos agresivos; de alguna manera sabía que esa no era la manera.
Este es un punto muy emocional para mí. Nunca debemos forzar las estructuras escolióticas teniendo una idea preconcebida de cómo debería estar la alineación de una columna. El patrón sólo penetrará más profundamente en el cuerpo. A menos que les enseñemos a encontrar apoyo interno y expansión, y a escuchar lo que el sistema nos está diciendo. Cuando recibí la sesiones del método Rolfing® , me sentí impresionada por lo profundo que puede llegar a ser un toque y cuanto mas profundo es , mas sutil se aprecia, este no es un trabajo de fuerza, te recuerdo que nuestro toque dice mucho. El contacto firme y constante crea una confianza no expresada.

He evitado escribir sobre mi escoliosis durante mucho tiempo porque cuando lo intenté, lo hice desde un punto de vista intelectual, no quería escribir ningún articulo que no me permitiría hablar desde la parte de las sensaciones y las percepciones. Puedo hablar de las técnicas manuales neuromiofasciales, la coordinación, el equilibrio, los ejercicios de desrotación y el uso de las diez sesiones de Rolfing® para la escoliosis, pero ahora te estoy hablando de mí misma. Tal vez no estaba lista para mostrar mi vulnerabilidad y porque el punto más importante que quiero compartir contigo es que a medida que empecé a sentir y encontrar estas relaciones internas, apareció una paz interna. Lo que yo consideraba limitaciones se convirtió en potencial. Incluso hoy en día, hay momentos de vacilación; pero mi propio viaje en mi cuerpo ha sido y sigue siendo una experiencia de aprendizaje muy valiosa.

¿ Cómo estoy hoy ?

Bien , tranquila , sin dolor , mi escoliosis esta ahí, no ha ido a mas, quizás incluso a menos, pudiendo compartir profesionalmente mi aprendizaje personal y todo el profesional , he de decir que me he formado mucho en este campo, son ya 30 años .

Gracias por estar ahí
Hasta el próximo post

Bibiana Badenes
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