Cada vez que escucho el término “ core ” en conversaciones sobre fitness o bienestar, me sorprende lo común que es su uso y, a la vez, lo poco que realmente se entiende. ¿Cuántas personas saben lo que implica más allá de los abdominales de hierro? Vamos a desmontar mitos y profundizar en el verdadero núcleo de este concepto.
-¿Qué es el ‘Core’?
“Core” significa núcleo o centro . En el cuerpo humano, se refiere al conjunto de músculos que estabilizan y sostienen el tronco, conectando la parte superior e inferior del cuerpo. Aunque no hay un listado rígido, los principales implicados son:
• Abdominal transverso : el verdadero estabilizador.
• Oblicuos internos y externos : esenciales en movimientos rotacionales.
• Recto abdominal : el famoso “six-pack”, aunque no el más funcional.
• Multífidos y suelo pélvico : los guardianes de la postura.
• Diafragma : el músculo que une respiración y estabilidad.
Pero lo más importante el core no es solo un grupo de músculos, sino una función integrada y coordinada que permite estabilizar el cuerpo durante el movimiento . Aquí radica su verdadera esencia: más que fuerza, se trata de eficiencia y control.
-Más que fuerza: coordinación e integración
La popularidad del “core” lo ha reducido a ejercicios específicos como planchas o abdominales. Sin embargo, fortalecerlo no consiste en desarrollar músculos tensos o voluminosos, sino en activar correctamente todo un sistema que garantiza el equilibrio, la alineación y la transferencia de fuerza entre las extremidades.
La coordinación precede a la fuerza . Sin una activación adecuada, los músculos trabajan de manera desorganizada, lo que no solo reduce la eficiencia, sino que puede causar lesiones. Pensemos en levantar algo pesado: si el core no está sincronizado, el esfuerzo recaerá sobre la espalda generando una comprensión innecesaria (¿Te suena lo de hernia discal?? Sí) o las articulaciones, aumentando el riesgo de tensiones o lesiones.
-Core y diafragma: La alianza esencial
El diafragma es mucho más que un músculo respiratorio; es el corazón (o cuore ) de la estabilidad. Durante la inhalación, este desciende, creando una presión intraabdominal que estabiliza la columna lumbar. Si este proceso no ocurre de manera eficiente, el núcleo pierde su principal apoyo estructural.
Por eso, aprender a respirar correctamente es fundamental . Cada inhalación profunda activa no solo el diafragma, sino que también sincroniza el trabajo de los músculos estabilizadores. Es una danza interna entre respiración y movimiento que garantiza un cuerpo funcional y resistente.
-Movimiento consciente: El núcleo en acción
Aquí entra en juego el movimiento consciente , un enfoque que integra respiración, coordinación y activación muscular para optimizar la calidad del movimiento. Como siempre explico “l a fuerza verdadera surge de la integración, no del aislamiento”.
Esto significa que trabajar el core no debería consistir en ejercicios rígidos y repetitivos, sino en prácticas que involucren todo el cuerpo:
1. Movimientos dinámicos : como rotaciones suaves o patrones de marcha.
2. Conexión mente-cuerpo : sentir cómo se activa el núcleo en cada acción.
3. Respiración funcional : usar el diafragma para apoyar cada movimiento.
Más allá de la estética, el objetivo es moverse con fluidez y prevenir lesiones.
-Evitando errores comunes
Uno de los mayores errores al entrenar el núcleo es la compresión excesiva. Muchas personas creen que “apretar” los abdominales constantemente les darán estabilidad, pero esta práctica puede generar presión intraabdominal dañina, contribuyendo a:
• Hernias discales y abdominales .
• Desequilibrios posturales .
• Dolor crónico en la zona lumbar .
· Descompensaciones suelo pélvico
La clave no está en la tensión, sino en la coordinación. Un núcleo funcional se activa de forma natural y fluida, sin necesidad de contracciones exageradas o permanentes.
-El núcleo como sistema integral.
La verdadera función del core es actuar como el eje que conecta el cuerpo, desde los pies hasta la cabeza. Este sistema integrado permite que las extremidades se muevan con estabilidad y eficacia, protegiendo la columna y facilitando la transferencia de fuerzas.
Para entenderlo mejor, imagina una orquesta: cada músculo del núcleo es un instrumento. Si todos tocan de manera coordinada, la sinfonía fluye. Pero si algún desafío, el equilibrio se pierde.
-Inteligencia Corporal: Una Nueva Perspectiva
El enfoque tradicional en “fortalecer el core” se queda corto si no incluye conceptos como la inteligencia corporal y la conciencia somática. La calidad del movimiento es lo que transforma la fuerza en algo funcional y saludable.
Este enfoque, que combina movimiento consciente con respiración y activación muscular, no solo mejora la funcionalidad del cuerpo, sino que también promueve un bienestar integral. Al integrar el core con el resto del cuerpo, podemos prevenir lesiones, mejorar la postura y movernos con mayor libertad.
Te resumen para que si alguien te pregunte se lo dejes bien clarito. El core no es solo un conjunto de músculos; es el núcleo que conecta, estabiliza y distribuye la fuerza por todo el cuerpo . Para desarrollarlo de manera funcional, es esencial:
1. Priorizar la coordinación sobre la fuerza bruta.
2. Integrar la respiración como base de la estabilidad.
3. Adoptar un enfoque consciente y global del movimiento.
Solo así podremos conectar nuestro cuerpo con su verdadero potencial y movernos con eficacia, seguridad y bienestar.
Ah y si en alguna clase de esos guays el profe te dije aprieta el culo, o los abdominales dile ¡bye bye! y busca otra clase. En las redes está llena de videos que me apetece contestar muy a lo hater, pero respiro dos veces y ya. Bueno y te he dejado algunos anglicismos, es que yo….